Extracto:El mundo del trading puede ser una gran oportunidad para generar ingresos, pero también está lleno de riesgos, especialmente cuando se trata de brókers que operan con poca transparencia o directamente con malas prácticas. Uno de estos casos alarmantes ha sido el de Royal Camel, una plataforma que ha dejado a más de un cliente con graves pérdidas, no precisamente por los movimientos del mercado, sino por estrategias engañosas dentro de su modelo de negocio. A continuación, te contamos el caso real de un usuario estafado por este bróker, las señales que se pasaron por alto y todo lo que debes tener en cuenta si estás considerando operar con ellos o con algún bróker similar.

¿Cómo comienzan las estafas en plataformas como Royal Camel?
Todo inicia de forma prometedora. Los ejecutivos de Royal Camel suelen presentarse como asesores expertos en inversiones, mostrando confianza y seguridad. Utilizan estrategias psicológicas muy pulidas, y en muchos casos, logran que el cliente sienta que está ante una oportunidad única para hacer crecer su dinero. En el caso del cliente afectado, la relación inició con promesas de altas rentabilidades y un acompañamiento personalizado.
Tras un pequeño depósito inicial, las operaciones comenzaron a arrojar ganancias. Esto se convirtió en una especie de anzuelo: mientras más se ganaba, más confianza generaban los asesores. El cliente, emocionado, comenzó a invertir más capital.
¿Por qué los ejecutivos me piden que pida dinero prestado?
Una de las tácticas más graves de Royal Camel, según la experiencia del afectado, es la sugerencia directa por parte de los ejecutivos de pedir dinero prestado para aumentar la inversión. Utilizan frases como:
“Con el capital que tienes ahora solo generarás un rendimiento limitado, pero si duplicas o triplicas la inversión podrías tener ganancias mucho mayores”.


Este tipo de manipulación es extremadamente peligrosa, ya que empuja al cliente a asumir riesgos financieros personales importantes, incluso a endeudarse, todo en función de una promesa que más adelante resulta ser completamente falsa.
¿Por qué al principio parece que todo va bien?
Una de las características comunes en muchas estafas es que, al principio, todo parece legítimo. En el caso de Royal Camel, el cliente comenzó con resultados positivos: ganancias constantes, operaciones exitosas y un trato amable por parte del ejecutivo asignado.
Durante esta fase inicial, incluso permiten algunos retiros pequeños para generar confianza. El objetivo es claro: hacerte sentir seguro para que sigas invirtiendo más dinero. Es una forma de ganar tiempo y asegurarse de que el cliente se comprometa cada vez más.
¿Qué pasa cuando ya invertiste una gran cantidad de dinero?
Aquí es donde todo comienza a desmoronarse. Una vez que el cliente de Royal Camel había invertido una cantidad considerable —incluso usando dinero prestado como le recomendaron—, las condiciones de la plataforma comenzaron a cambiar súbitamente:
- Incremento de swaps (costos por mantener posiciones abiertas).
- Cobros de comisiones inesperadas en operaciones que antes no las tenían.
- Spreads (diferenciales de compra y venta) extremadamente altos, imposibilitando el cierre de posiciones sin pérdidas masivas.
Estas modificaciones no solo afectaban las ganancias, sino que hacían que cualquier intento de operar o retirar se convirtiera en una lucha imposible de ganar.
¿Por qué no puedo cerrar mis operaciones?
Cuando los spreads son artificialmente inflados por el bróker, cerrar operaciones sin incurrir en pérdidas gigantes se vuelve inviable. Esto fue lo que vivió el afectado. Por ejemplo, si abría una operación en una divisa, el diferencial entre el precio de compra y el de venta podía ser de 50 o incluso 100 pips, lo cual es una locura en condiciones normales de mercado.
Además, las ejecuciones de las órdenes se volvían lentas o simplemente eran rechazadas, lo cual sugiere una manipulación directa del sistema de trading por parte del bróker.
¿Puedo retirar mi dinero si tengo saldo disponible?
Una de las partes más frustrantes del caso es que incluso con saldo disponible, el cliente no podía retirar su dinero libremente. A pesar de tener ganancias acumuladas, los retiros se convertían en un proceso engorroso que dependía de la “autorización” de los ejecutivos.
Literalmente, el cliente tuvo que rogarles para que liberaran pequeñas cantidades, mientras los ejecutivos daban evasivas o imponían nuevas condiciones, como mantener abiertas ciertas operaciones o depositar más dinero para “estabilizar la cuenta”.
¿Por qué cambian las reglas del juego sin previo aviso?
La falta de transparencia es una de las señales más claras de una estafa. En Royal Camel, no hubo aviso formal ni justificación clara cuando los swaps, comisiones y spreads fueron modificados. Las reglas simplemente cambiaban de un día para otro.
Esto es ilegal en la mayoría de jurisdicciones serias, pero Royal Camel no está regulado por ningún ente financiero confiable, lo cual les da carta blanca para manipular el sistema como les convenga.
¿Qué pasa si intento reclamar o denunciar?
Cuando el cliente intentó buscar soluciones, los canales de soporte simplemente dejaron de responder o transferían la responsabilidad a otros departamentos que nunca daban seguimiento. Incluso los ejecutivos que al principio estaban disponibles 24/7, desaparecían o se mostraban hostiles cuando se hablaba de retiros.
Además, debido a la falta de regulación, no existe ninguna entidad formal que obligue a Royal Camel a responder por sus actos. Esto deja al usuario completamente desprotegido, dependiendo únicamente de acciones legales complicadas y costosas.
¿Qué señales debo tener en cuenta para evitar un bróker como Royal Camel?
Basándonos en esta experiencia, aquí hay algunas señales de alerta que todo trader debería considerar:
- Promesas de alta rentabilidad garantizada.
- Ejecutivos que te sugieren pedir préstamos para invertir más.
- Cambios arbitrarios en las condiciones de trading.
- Dificultades para retirar fondos, incluso cuando hay saldo disponible.
- Falta de regulación por organismos serios como la FCA, CNMV o ASIC.
- Presión psicológica para seguir depositando dinero.
¿Qué se puede hacer si ya fui víctima de esta estafa?
Si fuiste víctima de una estafa similar, hay algunas acciones que podrías intentar:
- Documenta todo: capturas de pantalla, correos electrónicos, mensajes de WhatsApp, grabaciones de llamadas si es posible.
- Reporta ante organismos locales de protección al consumidor o fraude financiero, incluso si el bróker no está regulado en tu país.
- Contacta a tu banco o entidad de pago si realizaste transferencias. En algunos casos, es posible solicitar un retroceso de pagos (chargeback).
- Busca asesoría legal o agrupaciones de víctimas que hayan pasado por lo mismo. A veces, la fuerza colectiva puede ayudar a ejercer presión.
¿Vale la pena seguir operando con Royal Camel?
Basado en este y otros testimonios disponibles en foros de internet, la respuesta es clara: no vale la pena correr el riesgo. La plataforma opera con prácticas extremadamente dudosas, no está regulada, y su modelo parece estar diseñado para vaciar lentamente las cuentas de los usuarios una vez que ya no pueden depositar más dinero.
Conclusión
El caso de este cliente afectado por Royal Camel es un recordatorio poderoso de lo que puede suceder cuando se confía en plataformas sin verificar su legitimidad. Detrás de una interfaz elegante y promesas de éxito financiero, puede esconderse una estructura fraudulenta con la única intención de exprimir a sus clientes.

En el mundo del trading, la educación financiera y la precaución son tus mejores aliados. No te dejes llevar por la emoción ni por promesas que suenan demasiado buenas para ser verdad. Y recuerda: un buen bróker nunca te pedirá que te endeudes para invertir.
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